Cuando se pierde uno o más dientes o muelas, es necesario reponerlas para evitar que aparezcan nuevos problemas secundarios como el desplazamiento de los dientes vecinos con la posterior aparición de caries interdentales, la pérdida de función masticatoria, el defecto estético….

Dejando aparte las modernas técnicas de reposición de dientes mediante implantes que son tratadas en otro apartado, existen diferentes modos de reponer las piezas que faltan, y son detalladas a continuación:

1. Prótesis removibles

Es decir, que el paciente puede quitar y poner cuando quiera. Son las dentaduras clásicas, parciales o completas:

• Parciales: cuando el paciente sigue teniendo algunas piezas suyas en la boca. Para poder sujetarse y que no se mueva, llevan ganchos que se sujetan a los dientes y muelas. Pueden ser de acrílico o metálicas (esqueléticos), que son mucho más finas que las acrílicas, aunque requiere de más ganchos y por lo tanto necesitan que queden bastantes piezas en la boca.
• Completas: cuando el paciente ha perdido todos los dientes y muelas de la boca los repone mediante una prótesis completa, que se adhiere a las encías mediante la saliva y el buen diseño de la dentadura. Cuando queda poco hueso en boca porque se ha consumido con el tiempo, la dentadura no puede sujetarse y se desprende, por lo que hay que recurrir a otras técnicas para reponer los dientes.

Ambos tipos requieren de una buena higiene por parte del paciente para evitar que se acumulen restos de alimentos, especialmente en los ganchos, y acaben produciendo caries dental en los dientes vecinos. Como inconveniente tienen el que pueden producir úlceras por roces y hay que acudir al dentista para que la ajuste.

2. Prótesis fija convencional

Son los puentes de porcelana convencionales. Este tratamiento supone tallar los dientes vecinos a las piezas que faltan, por lo que implica reducir el tamaño de dientes o muelas que están sanas, con el riesgo de que puedan sufrir en el futuro caries, o filtraciones.

Clásicamente se han utilizado coronas de metal cerámica que obligaban a un tallado muy agresivo de los dientes del paciente y a una estética discreta, ya que el metal subyacente dificultaba el conseguir dientes naturales que dejaran pasar la luz (translúcidos). Con el tiempo acababan viéndose los cuellos de las coronas mostrando un reborde metálico antiestético.

En la actualidad contamos con materiales cerámicos totales mucho más estéticos y semejantes al diente natural en cuanto a color y translucidez, al estar ausente el metal. Materiales como las cerámicas feldespáticas, disilicatos de litio o zirconio han mejorado de manera espectacular la estética de la prótesis fija sobre dientes, al mismo tiempo que aseguraban la dureza de las restauraciones. Si a esto sumamos que hoy en día se utilizan impresiones y diseños de las coronas asistidos por ordenador (CAD/CAM), podemos decir que estamos en una nueva dimensión de la prótesis fija sobre dientes naturales, tanto si se trata de coronas totales o de carillas parciales. Las últimas técnicas y nuevos materiales de adhesión al esmalte hacen que la unión de estos materiales al diente sea mucho más segura y duradera que antaño.

No obstante, para reponer la falta de dientes, el sistema de prótesis fija tallando dientes vecinos para sustituir los que faltan ha sido sustituido por las prótesis sobre implantes para evitar el tener que sacrificar dientes sanos para reponer los que faltan. Sin embargo es enormemente útil para mejorar la estética y la función de dientes dañados con el tiempo, con múltiples empastes, debilitados, decolorados, etc…