Abarcaría la fase de crecimiento facial del niño ( 2 años a 12 en niñas y hasta 14 en niños, aproximadamente)

En este tratamiento, valoraremos principalmente formas de arcadas, sus relaciones entre sí, la relación de las arcadas con sus bases óseas, como influyen éstas en la futura oclusión del niño y como repercute en el desarrollo de la cara.

En él valoraremos también la forma de tragar o deglutir, masticar y sobre todo respirar, y la existencia de algún hábito anormal que puedan interferir en el desarrollo o crecimiento regular de la cara y los maxilares (mandíbula y maxilar superior)

Llevaremos especialmente a cabo, solucionar compresiones maxilares, avances funcionales mandibulares, corrección de hábitos, degluciones atípicas y mordidas cruzadas.

Por lo tanto, éste tratamiento se inicia y concluye durante la dentición temporal o mixta. Pero no descarta la posibilidad de una corrección posterior, ante la aparición de otra anomalía similar o diferente.